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martes, 9 de junio de 2020

Fotografías en el mes de mayo por los alrededores de la ermita de Leciñena. (Casi un año después del incendio)

  • Cuando ya ha pasado casi un año del incendio de la sierra y alrededores de la ermita de Leciñena, estas fotografías muestran como estaba todo esto en el mes de mayo, cuando ya se podía salir a pasear, hacer deporte y todo eso, durante la desescalada del dichoso virus.

Zonas donde antes estaban cubiertas por monte bajo, (mucha variedad de plantas) algún pino y alguna sabina, ahora siguen estando sin lo que había, pero gracias a esta primavera tan lluviosa, se ven verdes en el fondo blanco de estas tierras de yesos.
 En la fotografía de abajo se ve claramente la diferencia de lo que está sin quemar y la parte quemada, en primer plano, que contrasta con ese campo de cereal.
 ...lo mismo en esta foto donde se ven las sabinas quemadas y al fondo la parte de sierra donde no llegó el incendio.

 ...contrastando con los cultivos de cereal en plena primavera lluviosa.
 En las fotos (arriba y abajo) se ve Almacerado, donde se puede ver en la imagen más cercana el tono verde  de sus laderas con los pinos y sabinas carbonizados.


 Varias fotos de Almacerado. (abajo)




 Grandes contrastes de colores. Cuando el blanco de estas lomas o colinas, debería de ser verde oscuro.









 Estas laderas en forma de terrazas estaban cubiertas por pinos de repoblación. Ahora retienen más el agua que las colinas que no las tienen.




También es verdad que estas terrazas más verdes miran al norte.
 ...aquí se ve claramente la diferencia.

 Al fondo, Leciñena.

 ...la ermita.


 ...al fondo, arriba, Perdiguera.

 Colinas que estaban cubiertas de vegetación, con el incendio, salieron a la luz todas las cicatrices en forma de trincheras que dejó la guerra civil de 1936. (Al fondo parte la sierra de Leciñena donde no llegó el incendio)
 En la foto de arriba se ven las colinas llenas de pinos quemados. Al fondo la sierra con san Caprasio coronándola.
 Otra vez Almacerado, y de fondo de Monteoscuro. (la otra cima de la sierra).
 La Valle de Leciñena y el reguero de Perdiguera. Y de fondo la ladera de la sierra donde se inició el fuego.

 Parte de sierra con abundante masa forestal completamente quemada.
Pero vemos como poco a poco la naturaleza va recomponiendo todo de forma natural.
 Desde san Onofre.
 Oratorio al lado de la ermita.


2 comentarios:

  1. Excelente, Fernando. Imagino que este reportaje te habrá traído muchas sensaciones. De todos modos, aunque el arbolado quemado está perdido, la naturaleza resurge con fuerza e imparable. Confío que nos gane el pulso y nunca consigamos destruirla. Quiero ser optimista. Tú, sigue disparando. Un abrazo.

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    1. Mucha gracias Jesus. Son muchas sensaciones, sobre todo para los que vivimos en estas tierras. Pero poco a poco la naturaleza recompondrá todo lo perdido. Ya no digo los pinos que para ser sinceros a mi me interesa más todo el monte bajo que es donde hay vida, no solo vertebrada e invertebrada, también la vegetal, y si no pregúntale a Pilar, que la ha fotografiado tantas veces. Un abrazo fuerte.

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