Qué alegres están los Monegros, parecen prados del norte durante una corta temporada. Como mares de hierba. Y qué poquito dura. Menos mal que estás ahí, cámara en ristre;-) Saludos, Fernando.
Voy a ser el tábano cojonero: esta vez tus cielos no acaban de convencerme, los encuento demasiado "blandos", casi apastelados... vuelve al tratamiento de antes, por favor.
Manuel, También me sale alguna foto sin nubes, pero vamos, que la verdad es que llenan mucho el encuadre para fotos de paisaje. Nos vemos.
Despistado, me alegro de que te gusten. Al final tendré que cambiar el titulo del blog, Monegros, por el de Nubes. ...no, no lo cambio, aquí entra de todo, nubes, tierra, agua,... . Saludos.
David,...por fin hay uno que se ha dado cuenta, que aquí hacemos las nubes y las repartimos por toda la geografía española, y parte del extranjero. ...je, je, je, y me río por que dices que los niños vienen de París... . Un abrazo.
Olga, que razón tienes, esto del verde dura poco, pero esto son los Monegros, hablar de Monegros nos lleva imaginar a tierra seca, planicies con su sabina aguantando toda la fuerza del Sol a las tres de la tarde de un mes de julio, pero aparte de eso, que es lo que más vemos, a poco que llueva para el invierno, nos regala ese verde primavera que dura poco, pero que también cuenta. - "Sedeisken".- Un maravilloso relato histórico. - Un abrazo.
Marta, como buena fotógrafa, me dejas una buena exposición, o un buen resumen, de la fotografía, siempre bajo tu punto de vista(...en este caso también es el mío).
Anabel, ya veo que te han gustado. Ya verás que pronto cambian estos paisajes, en vez de ese verde tendremos ese amarillo, o ese color a tierra blanca, ocre y otros tantos, que también tienen su encanto. Esto son Los Monegros. Un beso.
Luis, ...ya estamos,..., que las nubes son las que son, donde no hay más, no se puede sacar otra cosa, hoy tocaban nubes "gordas" como las que dibujan los críos en la escuela, que yo dibuje, (hace muchos años), y que me imagino que tú también las dibujastes, de esas de cielos azules y nubes gordas y blancas como el algodón, ¿te acuerdas?. Y tu no eres un tábano cojonero, que va, ...eres un enjambre de abejas cabreadas, buscando a su reina en una tienda de chuches. Luis, que es broma, que te quiero mucho, y que quiero que seas como eres, sincero, que me gustan estas criticas, me hacen bajar un poco al mundo real, ...en serio. Un abrazo.
Qué sorpresa!. Aunque ese verde dure tan poco, qué bien le sienta a tu tierra. De la primera me gusta, también, el punto de fuga. La segunda me parece muy poderosa con esa presencia tan marcada de cielo y ese contraste de colores tan intenso.
Eduardo, pues sí, también se puede decir eso de un azul primavera con algodones blancos, pero el verde pronto cambiará y será amarillo, sobre todo si no llueve, pero no será en el césped, que eso es muy fino para criarse aquí, será en el "forraje", o los sembrados. Saludos.
Encarna, también a mi me gusta ese punto de fuga, aunque me hubiera gustado que siguiese hasta no ver la carretera, pero todo no puede ser. Otro abrazo.
Mi señor de los Monegros, las fotografías preciosas. La primera con esa carretera invitando a alejarse y tocar las nubes. La segunda más pausada para disfrutarla.
ay! don Fernando colecionador de nubes... como vivir tu fotografía sin ellas. Buen trabajo.
ResponderEliminarUnos cielos fantásticos,como viene siendo habitual en tus obras.
ResponderEliminarSaludos
Los niños vienen de París...y las nubes de Los Monegros...!!!
ResponderEliminarQué alegres están los Monegros, parecen prados del norte durante una corta temporada. Como mares de hierba. Y qué poquito dura.
ResponderEliminarMenos mal que estás ahí, cámara en ristre;-)
Saludos, Fernando.
la primera es la que mas me gusta, la nube de la derecha compensa muy bien el arbol que tiene una presencia poderosa, el color es rabioso!!!
ResponderEliminarUn saludo
Cielos fantásticos, verdes que parecen impropios de un desierto y nubes que colorean la tierra con una sombra risueña.
ResponderEliminarQue me gustan las dos.
Besos,
Anabel, la Cuentista
Voy a ser el tábano cojonero:
ResponderEliminaresta vez tus cielos no acaban de convencerme, los encuento demasiado "blandos", casi apastelados... vuelve al tratamiento de antes, por favor.
Manuel, También me sale alguna foto sin nubes, pero vamos, que la verdad es que llenan mucho el encuadre para fotos de paisaje.
ResponderEliminarNos vemos.
Despistado, me alegro de que te gusten. Al final tendré que cambiar el titulo del blog, Monegros, por el de Nubes. ...no, no lo cambio, aquí entra de todo, nubes, tierra, agua,... .
Saludos.
David,...por fin hay uno que se ha dado cuenta, que aquí hacemos las nubes y las repartimos por toda la geografía española, y parte del extranjero. ...je, je, je, y me río por que dices que los niños vienen de París... .
Un abrazo.
Olga, que razón tienes, esto del verde dura poco, pero esto son los Monegros, hablar de Monegros nos lleva imaginar a tierra seca, planicies con su sabina aguantando toda la fuerza del Sol a las tres de la tarde de un mes de julio, pero aparte de eso, que es lo que más vemos, a poco que llueva para el invierno, nos regala ese verde primavera que dura poco, pero que también cuenta.
- "Sedeisken".- Un maravilloso relato histórico. -
Un abrazo.
Marta, como buena fotógrafa, me dejas una buena exposición, o un buen resumen, de la fotografía, siempre bajo tu punto de vista(...en este caso también es el mío).
Anabel, ya veo que te han gustado. Ya verás que pronto cambian estos paisajes, en vez de ese verde tendremos ese amarillo, o ese color a tierra blanca, ocre y otros tantos, que también tienen su encanto. Esto son Los Monegros.
Un beso.
Luis, ...ya estamos,..., que las nubes son las que son, donde no hay más, no se puede sacar otra cosa, hoy tocaban nubes "gordas" como las que dibujan los críos en la escuela, que yo dibuje, (hace muchos años), y que me imagino que tú también las dibujastes, de esas de cielos azules y nubes gordas y blancas como el algodón, ¿te acuerdas?.
Y tu no eres un tábano cojonero, que va, ...eres un enjambre de abejas cabreadas, buscando a su reina en una tienda de chuches.
Luis, que es broma, que te quiero mucho, y que quiero que seas como eres, sincero, que me gustan estas criticas, me hacen bajar un poco al mundo real, ...en serio.
Un abrazo.
Más bien, azul primavera, con algodones blancos y un verde ligero en el césped.
ResponderEliminarQué sorpresa!. Aunque ese verde dure tan poco, qué bien le sienta a tu tierra.
ResponderEliminarDe la primera me gusta, también, el punto de fuga. La segunda me parece muy poderosa con esa presencia tan marcada de cielo y ese contraste de colores tan intenso.
Un abrazo!
Eduardo, pues sí, también se puede decir eso de un azul primavera con algodones blancos, pero el verde pronto cambiará y será amarillo, sobre todo si no llueve, pero no será en el césped, que eso es muy fino para criarse aquí, será en el "forraje", o los sembrados.
ResponderEliminarSaludos.
Encarna, también a mi me gusta ese punto de fuga, aunque me hubiera gustado que siguiese hasta no ver la carretera, pero todo no puede ser.
Otro abrazo.
Mi señor de los Monegros, las fotografías preciosas.
ResponderEliminarLa primera con esa carretera invitando a alejarse y tocar las nubes.
La segunda más pausada para disfrutarla.
Un besico.
María Luisa, otro beso, y me alegro de que te reenganches, así seguiremos disfrutando de los blogs.
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